Ya Era Hora.
Las lágrimas se amontonaron en sus ojos mientras su pequeña e infantil mente trataba de procesar lo que estaba viendo, algo dentro de si misma le decía que aquello no estaba bien, que lo que su madre le había dicho no era cierto, ¿el mundo acaso era tan cruel?
Dejo caer a Verónica, su muñeca de trapo, al suelo con un golpe seco mientras con su pequeña mano jalaba el edredón de encaje rosado que componía la cama de su abuela, la mano de su madre se poso en su hombro ejerciendo un poco de presión, como invitándola a desistir de seguir con su camino.
Sus trenzas rubias se removieron un poco cuando casi llego a tocar a las manos blancas y venosas de su abuela, su madre fue más rápida y con un veloz movimiento acuno la mano derecha de su abuela entre la suyas mientras las lágrimas surcaban sus mejillas con ferocidad.
Miro la unión de ambas pieles, las manos de su madre, de un color caneloso, se veían mas jóvenes y mas fuertes, capaces de levantar y detener cualquier cosa, tan resistentes como para levantarle y ayudarle en todo, las manos de una mujer bella, con un futuro por delante; tan diferentes a las manos de su abuela.
Blancas, arrugadas y dejando ver las venas azuladas, las manos de su abuela eran el espejo del paso del tiempo, de las experiencias vividas, de las caídas y los errores cometidos y el mismo consuelo para todos esos a quienes su abuela amo, la viva muestra de cuan fuerte y bondadosa fue aquella mujer canosa que descansaba en la cama, las manos de una guerrera, de una sabia y de una doncella entregada a su familia y su bienestar.
Alzo sus pequeñas manos y las miro con fascinación, eran tan diferentes a las de su madre y su abuela, tan diferentes e iguales al mismo tiempo, podía admirar las cicatrices del paso de los años en las manos de su madre, podía leer las lecciones mas crueles en las de su abuela, cosas que poco a poco vería en sus manos mientras crecía.
Sonrió con complacencia y con delicadeza recogió a verónica del suelo, se apoyo en la pierna de su mama y cerro los ojos, la mano firme de su madre se poso en su cabeza mientras le tendía la mano de su abuela.
La tomo con suavidad y las lágrimas inundaron su mirada de nuevo, las manos de una trabajadora que descansaba por fin, las manos de una mujer que ahora se entregaba con los brazos abiertos a la paz infinita.
El camino largo de la vida se toma en cuenta solo cuando somos capaces de ver cuantas partes de nosotros mismo hemos sacrificado en el camino, a beneficio de los demás y del propio y su abuela ya había sacrificado mucho, ya era hora de que sus manos dejaran de levantar a los demás.
(...)
El tema de esta semana eran Las Manos. El resultado no me complace del todo porque no percibo muy bien mi objetivo logrado, espero a ustedes les guste y me comenten (Critiquen también). No he tenido un muy buen día - En realidad ha sido pésimo - así que espero, por lo menos, que este pequeño texto sea la excepsion de mi día.
Un beso
Lu
A mi me pareció muy bien, Lu. Me conmovió y me hizo ver y sentir todas esas manos.
ResponderBorrarParece que muchas nos inclinamos por el drama esta semana :-)
Espero que mañana te vaya mucho mejor.
Beso grande y otro para Alex!!
A mi me gusto. Y espero que mejore tu dia te mando un beso y cuidate Lu
ResponderBorrarEs bueno, aunque algo triste es bueno. Buen trabajo y que tu día mejore
ResponderBorrarsi, a me gusto :D
ResponderBorrarla verdad es que explica muy bien el tema de las manos ;)
es muy dificil, y no lo pudiste expresar mejor
asi que, los leo!
P.D. espero que mejore tu semana
(es que es lunes :P)
qee tu día este lleno de mágia ^^ y toda la semana y el mes y el año!!! y todos los años qee vengan!!
ResponderBorrarme gusto mucho, el tema es muy complejo y lo desrrollaste super padre
besos!!