El Regalo Perfecto.

Hola, chicos.
Regreso después de mucho tiempo al Blog. Ciertamente les pido antes que nada disculpas por el abandono al que los he sometido pero no tuve otra opción. Ya les diré después el porque.
En este momento vengo a contarles que al final decidí unirme al grupo de adictos a la escritura, al que Lu ya pertenecía y este mes publicare mi primer trabajo para ese grupo.
Mi escrito lo hice en base a algo que supongo muchas personas sienten y es algo que me gusto mucho escribir, espero a ustedes también les guste leerlo.
Aquí esta:

El Regalo Perfecto.

Andrés siempre ha sido una persona meticulosa. Todos los años navidad significa la búsqueda del regalo perfecto para cada uno de los que en ese momento están en su camino. Su mejor amigo, su prometida, sus amigos mas cercanos, su hermana, sus tíos y primos… Sus padres.

Es algo que comienza algunas semanas antes que Diciembre comience mientras todavía no tiene la presión de las fechas sobre si mismo y es capaz de analizar cada uno de los regalos que consigue y para quien van dirigidos.

No interesa ni el dinero invertido, ni el cansancio adquirido ni los dolores de cabeza provocados por la ardua búsqueda, al final la sonrisa de cada uno vale ciertamente la pena, el hecho de que a los demás les guste lo que ha elegido para ellos es un triunfo para si mismo.

Y es que ya tenia los regalos de todos, los de sus mejores amigos habían sido ciertamente los mas fáciles de adquirir, el de su prometida tampoco había requerido mayor desgaste, un simple vestido floreado de esos que ella tanto gustaba en ponerse para bailar y un lindo peluche bastaban para hacerla feliz. El de su tía tampoco había sido un reto, dulces extravagantes y ropa juvenil para una mujer ya en desgaste pero jovial.

Pero el de su hermana… Ella siempre había terminado por ser una de las personas más simples y al mismo tiempo, complicadas que había tenido la desgracia – y la fortuna – de tener en su vida. Era plenamente consiente de que ella se desviviría por conseguir un regalo digno de su hermano menor y él quería hacerlo mismo. Había terminado comprando varios libros que se había asegurado ella no tuvieran ni hubiera leído junto algunos detalles extras que iba reuniendo con el pasar de los días faltantes para noche buena.

Su padre no había sido tampoco muy difícil, él siempre terminaba conformándose con pequeños regalos de ropa que la gente le hacia o dulces que terminaban por subirle el azúcar. Y al final, era el regalo de sus hijos el que lo ponía a sonreír. Cada año, él y su hermana se ponían de acuerdo y terminaban por regalar un pedazo de infancia.

Su ya anciano padre había dado todo en su vida por ellos – algo de lo que estaban enteramente orgullosos y agradecidos - y desde muy niño había tenido que luchar solo en un mundo hostil, perdiendo de esa forma un tiempo imposible de recuperar pero para sorpresa de la mayoría, su ilusión infantil seguía intacta luego de los años y el mas mínimo regalo despertaba en él el sueño de un niño dormido y escondido. Ese año el regalo elegido había sido un helicóptero a control remoto de cuatro hélices que estaba seguro pondría a su padre con una sonrisa traviesa y sus ojos brillosos a pesar de la edad y saldría aprobar su nueva adquisición. Regalo que como los demás, terminaría siendo olvidado con el deseo de una nueva adquisición.

Habían sido regalos fáciles de conseguir, no requerían mayor compilación y siempre terminaba contento con las decisiones tomadas en cuanto a los regalos… Siempre, excepto por uno.

Ama a su madre, era la mujer mas importante en su vida y ciertamente, a pesar de los problemas que habían tenido durante toda su vida; sobretodo durante su adolescencia; ella siempre había sido una figura altamente influenciable en su vida… Y nunca, en todos sus años, había podido encontrar el regalo perfecto para ella.

Cuando pequeño siempre le daba chocolates y dulces de los que ella comía encantada mientras les brindaba un trozo a todos, más grande fue la ropa la que tomo un lugar en sus regalos de navidad; blusas, faldas pantalones y demás de colores brillantes y estilos hermosos. Dignos de su madre.

Al final optaba por regalarle aquello que hiciese falta en la casa con pequeñas joyas de oro o plata que encontrara y que su madre estaría dispuesta a ponerse.

Pero él sabia del brillo opaco de los ojos de su madre cada navidad ante los regalos, era consientes que ningún de esos presentes baratos y sencillos eran hechos para hacer verdaderamente feliz a su madre.

Ella le había dado la vida, se había sacrificado innumerables veces por él, para que se encontrara bien, sano y feliz… Había pasado mucho tiempo en su error, renegando de ella y de todo lo que le daba y para cuando había sido consiente de cada detalle de ella para con él, el tiempo perdido ya no podía regresarse.

Y por eso, ese año… Llevaba nuevamente un regalo barato y sin sentido, con su sonriente novia colgada de un brazo y la bolsa de regalos en el otro, se enfrento de nuevo a las brillantes luces que adornaban la puerta de su hogar de infancia y juventud.

El rostro sonriente y calido de su hermana le recibió y con un sonoro bese le demostró cuanto lo había extrañado el ultimo tiempo.

Y de un momento a otro se encontró rodeado de familiares, amigos y personas cercanas a si mismo y a los demás integrantes de su familia. Saludo al esposo de su hermana y cargo un rato a su sobrino. Hablo con sus primos y abrazos a sus tíos. Beso y estrecho a sus padres y con la renovada alegría que significaba aquella fecha en su vida, se limito a sentirse de nuevo un niño a punto de abrir el mejor regalo de su vida.

Andrés era obstinado, egoísta, orgulloso pero siempre pensaba en su familia, por eso, cuando llego la hora de abrir los regalos no pudo evitar la sonrisa y el brillo alegre al observar las expresiones en los rostros de quienes valían algo para  él.

Abrazos cariñosos, besos expresivos y un golpe delicado de su hermana mayor, hasta que llego el momento de entregar los dos últimos regalos.

Como había esperado la sonrisa de su padre brillo por toda la pequeña casa con su nuevo juguete mientras abría con desespero la caja, su madre en cambio no puedo evitar llorar observando el delicado álbum armado a mano que había hecho con las fotos de su infancia.

La mano pesada de su hermana tomo la suya y un delicado beso se poso en su mejilla mientra ambos observaban con una sonrisa las lagrimas de su madre y la sonrisa de su padre.

.- ¿Aún no lo entiendes? – su voz era suave y conciliadora, el mismo tono que usaba en el pasado cuando trataba de explicarle algo extremadamente complicado o simple.

.- ¿Qué cosa? – respondió sintiendo su corazón brincar, había atinado con un regalo salido de su corazón… Pero aún no era el regalo perfecto.

.- El regalo perfecto, hermanito… – apretó su mano – No es el comprado con dinero, es el que sale del corazón… Para ellos, los regalos no valen nada, solo un recuerdo más de nosotros… Al final, el regalo perfecto de mamá y papá es vernos cada navidad aquí, con ellos y saber que lo hicieron bien. Que todas las caídas y las puestas de pie valieron ciertamente la pena por darnos todo loque pudieron brindarnos.

(…)

¿Que opinan? ¿Valio la pena o definitivamente lo mio no es escribir?
Por cierto, tengo mala ortografia y un problema horrible con las tildes, así que els pido copasión en ese sentido, que lo escribi tal como me salio y ni lo corrregí.

No es mas, que hasta me salio bastante corto.

Me largo, espero volver pronto.

Alex

PD: El de Lu esta proximo a publicarse. Es hermoso.

 FALTA UN DÍA PARA NAVIDAD

Y DOS PARA NUESTRO SEGUNDO ANIVERSARIO.