El ejercicio de este mes en la comunidad de Adictos a la Escritura consistía en escribir en base a una frase dada por otro miembro. En mi caso, la frase que me toco fue muy difícil (Según yo) y venga, que no sabía si quiera como abordarla en un escrito. Al final decidí tratar algo un poco ambiguo sobre lo que para mi es al debilidad y la fortaleza.
Haber si ustedes entienden el enredo que hice...
Olvidar
Caminó por la oscura habitación, masajeándose con suavidad sus
adormilados ojos, entra al baño y se moja la cara, buscando despertarse del
todo y lo hace, sus ojos se abren lo más que pueden justo en el mismo momento
en que su vaga mirada se encuentra con el reflejo que el espejo le regala.
Sintió un sinfín de emociones asentarse en su pecho, llenándole de
incertidumbre, reconoce algunas entre las demás, el dolor y la resignación le
saludan en la distancia, son dos viejas amigas de su corazón, son parte
inminente de su vida. Pero también esta el infinito amor que algunas
veces parece querer brotar de esa jaula en el que él mismo lo ha encerrado…
Las lágrimas acuden casi como desesperadas y nublan sus ojos mientras la
imagen se vuelve borrosa; más su mente parece haberla fotografiado y la
reproduce de un momento a otro, casi como con maldad mientras el corazón se
estruja de a pocos. Y los recuerdos llegan casi como un relámpago mientras la imagen
desaparece, esta vez son los sonidos los que inundan sus oídos y son las
sensaciones las que despiertan su cuerpo; parece así uno de esos sueños o una
de esas pesadillas que lo despiertan en la noche y que no lo dejan olvidar.
Olvidar; grita su mente mientras se traga de a tantos las pesadas lágrimas
y se recuesta contra la pared… Olvidar.
El
espejo se ríe mientras sus rodillas chocan entonces con las baldosas crema del
suelo, no hay lágrimas pero el pecho convulsiona mientras los recuerdos parecen
bombardearle con fuerza. Su mente sigue gritando basta mientras su cuerpo ya no
lo soporta y la pequeña fotografía junto al espejo sonríe casi con burla ante
su agonía. Olvidar le era casi tan necesario como respiraba, vivir con los
recuerdos de un ayer era demasiado y le perpetuaba una y otra vez lo débil que
era.
Y era ese ayer el que parecía volverlo incluso aún más frágil, el tener
que vivir con el hubiera podido ser… Tener que soportar la mirada de disculpa
de los demás y tener que cargar con ese peso de no haberlo intentado y haberse
rendido. Pesa más la culpa de no haberse arriesgado que el haber fracasado
cuando se puso todo en juego, repite una y otra vez mientras las voces llegan y
llegan a su cabeza.
Cada año, en esa misma fecha el espejo brillaba con luz propia mientras
los recuerdos le inundaban cada vez con más ferocidad, le hundía en ese pozo
oscuro de la vida perdida y le jalaban hasta llevarlo a la imagen infantil de
una niña… De una niña que hoy tendría que ser una mujer, una doctora o una
ingeniera; quien sabe que camino habría tomado; pero que tendría una sonrisa
mientras le visitaba en su cumpleaños y con su mano delgada le revolvería el
cabello en un gesto de cariño demasiado grande.
Años, meses y días perdidos en la rutina de querer olvidar algo que se perdió
y que el tiempo no pudo borrar. El amor es tan fugaz como eterno y más cuando
el dolor se entrelaza con el en algunos cuentos. Ella no tuvo ese final feliz
de cuentos de hadas y él, en vez de levantarse y seguir se quedo de rodillas en
el cuarto oscuro de su memoria, se trago las lágrimas y vivió con ese peso de
no ser capaz de vivir por ella, de tener el final que ella no tuvo.
Y no puede evitar pensar en algún rincón de su mente en todas esas
personas que han perdido algo, a alguien que se fue y no dijo adiós mientras la
lluvia caía o el sol brillaba en la cúspide del azulado cielo; los niños, los jóvenes
y los adultos… Las niñas que como su hermana, se rodeaban de sueños y no
pudieron cumplir ninguno.
Se queda entonces ahí, de rodillas y sin llorar, con la risa infantil taladrándole
los oídos y la fotografía riéndose de su incredulidad; cada año mientras
mira el espejo ve el rostro adormecido de su hermana, el rostro triste de
cuando se lastimaba y el rostro radiante de la última mañana que la vio antes
de salir de casa.
Su corazón grita que aún hay esperanza, luego de años de espera larga y
lastimera y su mente, entre el limbo de su debilidad creciente, le recalca con
voz fiera que la esperanza murió el mismo día que llego a casa y no la encontró
en ella.
Vive entonces con los recuerdos que atormentan, con el que hubiera… Y
sigue esperando que una mañana se levante sin pesadillas o que una tarde los
recuerdos se desvanezcan, que no exista más el dolor de la perdida… Se regaña
entonces porque como puede olvidar a su hermana, si fue ella quien le enseño a
valorar más la vida, los días grises con el sol tras las nubes y a las personas
que entraban dando tumbos a su vida.
Y es egoísta, porque no es el único en el mundo pero se siente como el más
débil de todos mientras grita dentro de su mente un basta frágil ante el
recuerdo que llega… Desea tanto olvidar pero incluso
el más atrevido de los humanos no lo había conseguido, ¿cómo lo iba a lograr
él, el ser más débil del planeta?
Tendrá que vivir con
ello el resto de su vida, con el intento de final que su hermana merecía y con
su corazón sobrecargado de lágrimas retenidas. Era el más débil; incapaz de
dejar escapar el dolor que le carcomía a través de una lágrima; y era también el
más fuerte, porque su mirada no decía lo que ocultaba y una sonrisa falsa era
lo suficientemente realista como para que los demás se la creyeran.
No
había derramado ni una sola lágrima durante esos diez años y no lo haría, ni
siquiera en el final.
(...)
¿Y que me dicen? ¿Les gusto mi intento de escrito?
Siendo sincera, no estoy segura de él, me costo escribirlo porque no tenia ni idea de como abordar la idea y no tenia mucha imaginación que se digiese pero hice el intento...
Espero sus opiniones (Critica, tomatazos... Lo que sea)
Un beso
Lu
Primero y antes que nada, gracias por el relato. Siento muchísimo que al final mi frase te haya resultado tan difícil, aunque a mí no me lo parecía demasiado. Sí que es cierto que quise dar una frase que no fuera habitual, que hubiera que encontrarle un buen hueco en una historia. Pero me alegro porque el hueco en la tuya es perfecto, y la verdad es que me ha gustado mucho =) No era nada de lo que esperaba con esa frase, así que me ha sorprendido! =D
ResponderBorrarPara la próxima intentaré no ser tan "puñetera" =(
¡Un besazo Lu!
Me encantó el relato. Se notan la angustia y la tristeza del personaje. Realmente, me ha sorprendido.
ResponderBorrarQuizás, hay por ahí alguna coma o falta algún punto, pero por lo demás, está muy bien escrito.
Besos.
Hola, Lu, tanto tiempo!!
ResponderBorrarTu relato es muy conmovedor, pero tiene muchísimas cosas que corregir. En principio, el cambio de tiempo que haces continuamente. Como en el primer párrafo que comienzas diciendo "caminó" para que la siguiente acción sea "entra". O es pasado o es presente.
Faltan comas, puntos, y me da la impresión que alguna que otra palabra, como acá "Vive entonces con los recuerdos que atormentan, con el que hubiera…", ¿con el que hubiera ocurrido? ¿Con lo que habría sido?
Y en otras partes repites ideas o palabras.
No entiendo la cursiva y negrita del final, incluso las comillas. Estás citando algo? Porque en ese caso debes aclarar la fuente aunque sea con un asterisco (*) y a pie de página. Si es sólo el final del relato, no tiene porque ir así. Lo hace sonar a moraleja, y no sé a los demás, pero a nadie le gustan las moralejas a menos que esté leyendo un libro de autoayuda o la Biblia...
Te mando un beso!!
Bueno, la idea en sí está buena. Coincido con Maga en las puntualizaciones que te hace. La mejor manera de corregir los errores es leer el texto en voz alta varias veces. Igualmente sabes que en el blog de Adict@s hay muchos recursos y consejos que te pueden ayudar. A no decaer, se aprende escribiendo y leyendo mucho y sobre todo siendo muy exigente con uno mismo.
ResponderBorrarGracias por compartir!!
besos
Lu: El relato es bastante bueno. casi siempre quién pierde un ser querido piensa: "Si hubiese estado ahí", si no hubiese dicho eso", "si no la hubiese dejado salir", etc. Creo que es la manera más difícil de sanar una pérdida, pero muchos se infligen este dolor a propósito.
ResponderBorrarCariñosamente: Doña Ku
hay muchos cambios temporales y necesita una revisión, pero está muy bien
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